sábado, 3 de diciembre de 2016

NEMESIS 4


Corrían mediados de los 90 y Albert Pyun era uno de los directores más prolíficos del mercado de video. Tras la filmación de Adrenalina, el corte original no complació mucho a los ejecutivos de Miramax y lo obligaron a filmar nuevas escenas en Eslovaquia. Como había ocurrido durante la filmación de Cyborg ante la molestia por perder control sobre el corte final, aprovechó que tenía equipos a disposición para filmar una segunda película. Tal vez envalentonado por como había resultado Omega Doom, Pyun escribió en poco tiempo un guión para una de las secuelas de su película de androides más lograda: Nemesis.

Tras dos secuelas que mostraban las desventuras de una nueva heroína en el desierto, en desmedro de la aventura cyberpunk que fue la película original, Pyun apuntó a volver a las fuentes. Claro que no tenía presupuesto para contratar a Olivier Gruner ni para hacerlo hacer lo que hizo en la primera. Así que se contactó con Sue Price, la protagonista de las secuelas, para que viajara por una semana al país eslavo para filmar la cuarta parte. No eran días ni de Internet ni de redes sociales así que menuda sorpresa se llevó Pyun cuando volvió a ver a Price, quien ahora portaba un físico mucho más tonificado y masculino. Aunque no fue impedimento para que pudiera realizarse la filmación.

Nemesis 4 lleva la historia a las postrimerias de la guerra con los cyborgs. La grandota Alex, que ahora se apellida Sinclair, es ahora una asesina a sueldo que trabaja para un grupo de cyborgs, despachando mafiosos y usando su cuerpo para tal fin. Un trabajo sale mal, y Alex se encuentra perseguida por todo un contingente de asesinos. Y por la Muerte misma. Toda esta trama extraña se conjuga con los interesantes y muy bien filmados escenarios desiertos de un pueblo eslovaco, y la alta predisposición de Sue Price para estar desnuda gran parte de la película, con varias escenas "jugadas".

A la físicoculturista se la nota mucho más suelta en pantalla, y aquí está acompañada por Nicholas Guest, Norbert Weisser y Andrew Divoff (los 3 de prestado durante las refilmaciones de Adrenalina). Los tres cumplen en lo poco que hacen aunque a los primeros dos les tocan escenas que rozan lo bizarro.

El resultado es algo extraño, estéticamente más cercano a lo que podría haber sido una secuela barata de la Nemesis original, con algo de la incongruencia de la tercera pero muy lejos de lo entretenida que resultaron las primeras 2. Es un experimento interesante para ver y una vez concluído, tratar de hilar fino para buscarle puntos en común a toda la saga.


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