martes, 8 de octubre de 2013

Slayer (2006) Gasparín contra los Vampiros


Kevin VanHook es un otrora dibujante y escritor de comics, quien hacia finales de los 90 armó su productora de cine. Con el cambio de siglo, tal vez por el Y2K, su productora tuvo una sucesión de fusiones con otras empresas, lo cual llevó a que VanHook fuera supervisor de efectos especiales en producciones tan variadas como "Dracula II" (la "secuela" de Dracula 2000), "Daredevil" y "Yo, Robot". Tras una última fusión en la cual su empresa adquirió Anchor Bay, una de las más grandes distribuidoras de películas de EE.UU, VanHook tuvo la posibilidad de dirigir. Y lo orientó al género que ya conocía tras el estreno de su ópera prima como director: "Frost: Portrait of a Vampire". Tras un par de producciones, logró un convenio con el Sci Fi Channel para producir películas destinadas a estrenarse en el canal.

Y así llegamos a ver a un comando de elite estadounidense en Sudamérica siendo masacrado por vampiros. Los sobrevivientes regresan a casa, y tras seis meses de tratarse con psícologos militares para convencerse que no eran vampiros, el líder debe volver a la zona en busca de su mejor amigo, quien está extraviado en la zona, y su ex esposa. Lo que sigue es algo parecido a la Predator de Schwarzenegger.... bueno, no tanto...

Siendo una producción para el SciFi, ni los valores de producción ni el presupuesto para el reparto iba a ser alto. Filmada en Puerto Rico, vemos a Casper Van Dien como Hawk, el líder del pelotón. Gasparín y VanHook ya habían trabajado juntos en The Fallen Ones, otra de las pelis de Van Hook, que trata con momias en vez de vampiros. El grandote afroamericano Kevin Grievoux (el negro gigante de Underworld) hace del amigo de CVD, en una interpretación que roza lo espantoso. La rubia televisiva Jennifer O'Dell hace de la ex de Hawk, y Alexis Cruz, quien fuera el "hijo de otra dimensión" de Kurt Russell en Stargate, encarna a un cabo. Ninguno se luce con una gran actuación.

Lo curioso e interesante está en que en lo bajo del dinero, consiguieron dos o tres luminarias relativamente importantes para un producto de tan poca envergadura. En un papel de vampiros mellizos, vemos a Ray Park, el Darth Maul del Episodio I de Star Wars, repartiendo patadas... sin demasiado esfuerzo. Como la comandante de Hawk vemos a Lynda Carter, que pese al pasar de los años, mantiene una fisionomía cuidada. No tanto para volver a calzarse el traje de Mujer Maravilla pero si para encandilar la pantalla... aún cuando a duras penas parece poder resistir la risa ante los diálogos que tiene que leer. Y en un cameo menor, muy pequeñito, aparece el ahora famoso Danny Trejo, quien todavía no era la figurita conocida que es ahora, pese a sus años y años en el segundo y tercer orden hollywoodense.

Más allá de lo que pueda parecer, Slayer es una película entretenida. No es la Vampiros de Carpenter, lejos está de las Underworld, y por suerte, también de las histerias hormonales adolescentes de Crepúsculo. Por Argentina no parece haber tenido estreno en DVD, tal vez I-Sat la haya emitido en algún momento.





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