Berserker (2001) -- Vikingos caníbales inmortales con bajo presupuesto

Los berserkers eran guerreros vikingos, letales a la hora de la batalla, al punto tal de casi no distinguir entre amigos y enemigos. Vestidos solo con pieles de oso o de lobo, devoraban un hongo que los sumía en un frenesí tal que solo entendían una sola cosa: matar. Eran solicitados por los reyes vikingos, pero jamás considerados pares, dado su escaso sentido de la ética del combate. Vivían marginados de la sociedad, y eran adoradores casi obsesivos del dios Odín. Con su desaparición, pasaron a formar parte del imaginario popular. Saltamos algunos siglos al futuro, y caemos en el siglo XXI. Se hacen películas por todos lados de cualquier cosa. Y como no podía ser menos, a los berserkers tambien les tocaría.

El argumento de la película gira en torno a la valquiria Brunhilda, quien rechazó a Odín, por lo cual fue encadenada en un lecho en llamas, para permanecer eternamente allí hasta que un guerrero de corazón puro la libere. Hasta aquí, reemplacen Brunhilda por Excalibur y es más o menos la historia del rey Arturo. De hecho, Paul Matthews, director, escritor y productor de esta película, venía de hacer "Merlin: The Return", una curiosa película con la lucha entre Arturo y Mordred trasladada al siglo XX, cortesía de Merlin. Dicho filme cuenta con figurines como Patrick Bergin (tambien aquí), Tía Carrere, y Adrian Paul (el "otro" Highlander).

El rey Thorsen y su hijo Barek van a buscar a los berserkers para poder lograr unir a la nación vikinga. El líder berserker no es nada mas ni menos que el otro hijo de Thorsen, Boar, endemoniado gracias a Barek. Boar accede a dar ayuda, con la condición de que el alma de Barek se le sea otorgada. Thorsen accede, pero tras la batalla, rompe su palabra dada ante Odín, y procede a incinerar a su hijo berserker. Barek sale en auxilio de su hermano, y ofrece su alma a Odín a cambio de la vida de Boar. Aparece Brunhilda (liberada por Barek previamente) y lo muerde, convirtiéndolo en un berserker.

La película, como nosotros antes, pega un salto al futuro. Y vamos a un neuropsiquiatrico donde Barek está encerrado, y una doctora igualita a Brunhilda lo entrevista. Barek la toma por Brunhilda, a la noche la torda sueña con Barek, y luego aparecen berserkers, con su atavío clásico y todo, dispuestos a liquidar a Barek.

Lo inentendible de esta entrada (más allá de mi insomnio crónico) se condice con la película. Da muchas vueltas, pero logra entretener. Toma elementos de la mitología vikinga muy levemente, y lo mezcla con el mito de Arturo (ya explicado), y tiene una onda a la serie de Highlander, tanto en desarrollo como en resultado.

De hecho, el actor principal es Paul Johansson, quien fuera el detective Nick Wolfe en la fallida "Highlander: The Raven", el spin-off que tuvo además a la platinada Elizabeth Gracen, y que quedó a mitad de camino en casi todo, salvo en consolidar un excelente personaje que jugueteó entre la mortalidad y la inmortalidad hasta el final prematuro de la serie. Aquí, directamente se lo ve inmortal, repartiendo espadazos a troche y moche.

Complementando el reparto, está Craig Sheffer (anotado en mi lista de repudiados por haberse encamado con Gabrielle Anwar, y que luego compartiría elenco con Johansson en One Tree Hill... ambos hermanos otra vez!), Patrick Bergin (lejísimos de su Robin Hood), y la icónica Kari Wührer, celebre por mostrar sus bellísimas mamarias en cuanta película aparezca.

Berserker tiene bajo presupuesto, sin llegar a los vergonzosos niveles de The Asylum. Pero cumple dentro de todo. Argumentalmente tiene algunos hiatos, pero ninguno que vicie la historia de incoherente. Según IMDb, apenas fue lanzada en USA, Francia y Alemania. Por acá... no creo que se la edite, y tal vez se la vea en canal 9... algún día dentro de muchos años.

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